Un sábado por la tarde caminando por la orilla del mar mi buen amor me decía hoy he comprado algunas flores.
¿Y se puede saber para quién?
- Intuye -me dijo.
Debo entender...
- Ya lo has entendido -me respondió.
Observé un brillo especial en su mirada y le dije pero tú eres la flor más hermosa...
Puso su mano en mis labios y con cierta timidez me decía sólo intenté hacer algo diferente como tú también lo has hecho conmigo.
Te amo -le dije.
- Sí lo sé -me respondió.
Un momento después le decía en mi casa te están extrañando.
- Yo también los extraño pero en estos últimos días no he podido ir.
Ayer en la tarde estuve arreglando el jardín y noté que algunas flores comenzaban a marchitarse.
- Cuando vaya y si tú no estás cuidaré de que no se marchiten.
Mi madre me dice que con tu sola presencia el jardín se ve diferente.
- Me gusta cuidar y aún más lo que tú has sembrado...
Manuel Núñez del Prado Dávila
escritor peruano
Fragmento de una de mis novelas
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