¿Qué pasó el día después de la crucifixión de Jesús? Probablemente ese
Sábado fue el día de los sueños rotos, de la culpa, de la vergüenza y de
la desesperanza al creer que Jesús fracasó. Ese Sábado no tiene nombre.
No es el Viernes de la Pasión ni el Domingo de Resurrección. Y si tú
estás pasando hoy por un día así, por un día intermedio, debes recordar
que siempre hay un tercer día, un día de liberación; y que mientras ese
día llega, debes atravesar con entereza y fe los valles de sombra, los
días sin nombre. Porque la vida se compone también de Sábados y hay que
remontarse como águilas sobre corrientes ascendentes, para saber esperar
la victoria.
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