Satanás quiere que desplacemos nuestra relación con Dios y cuando esto
sucede el que menos se percata eres tú. Si le prestas atención a la voz o
a los deseos de tu corazón, le restarás importancia al plan que Dios
tiene para ti, recuerda que nadie puede ocupar el lugar de Jesús en tu
corazón.
Muchas veces Satanás usa herramientas del Sistema que existe en el mundo como el odio, el rencor, la rebelión o el resentimiento para alejarte de la comunión constante con Dios y debilitar tu crecimiento espiritual.
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