Aquella mañana sentí ese abrazo, profundo, hermoso.
- ¿Y hoy ya no hay ese abrazo?
¡Cuánto quisiera!.
- Y decirle sabes eres hermosa.
Creo que sí.
- ¿Qué es eso?
Es una broma claro que quiero decirle eres hermosa.
- ¿Y ella alguna vez te ha dicho que eres hermoso?
Assu.
- ¿Nunca?
¿Quieres que te mienta?
- No.
Nunca me dijo eso aunque hay una chica por ahí que una tarde cuando salíamos de un cafetín me miró a los ojos y me dijo sabes eres hermoso, yo me quedé sorprendido, y vino un pensamiento a mi mente.
- ¿Cuál?
¿Estará enamorada?
- ¿Tú crees?
No lo sé.
- ¿Y si está?
¡Guau!.
- Me imagino que escribirías una novela.
Ya no hay ganas amigo.
- ¿Qué pasó?
Como que algo murió en mí; ese deseo de escribir poemas hermosos, o de que una mañana inspirado en la mujer que amo estaría empezando una nueva novela, se esfumó, se fue como la brisa, ya no hay ese sueño, ese anhelo, esa inspiración...
- Tranquilo amigo.
Me acordé de esa tarde cuando tomé su mano y le dije...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
"Fragmento de una de mis novelas"...
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