Y llegó el día sábado y él estaba triste, sabía que no le esperaba una tarde hermosa.
- ¿Te refieres a que no le esperaba una tarde romántica?
Así empieza una novela.
- ¡Ah caramba!, un poco más y te digo que estabas hablando de mí, pero, hay que seguir adelante, con tarde romántica o sin ella.
¿Pero quieres una tarde romántica?
- Claro amigo, y no solo una tarde, sino muchas tardes...
Que ella te mira tú la miras.
- ¡Guau!, ¿y sabes?
¿Qué?
- Cuánto quisiera que una chica me mire de una manera tal que yo pueda decir.
¿Qué?
- No sé, creo que no soy poeta pero soy romántico.
¿Te gustaría que María te abrace?
- Claro amigo pero como que ya perdí toda esperanza, esa ilusión de un beso se desvaneció.
¿Tú crees?
- La verdad.
Sí, la verdad.
- Aún la quiero, aún hay la ilusión de un beso, de una tarde cuando ella me dice te quiero y ahí abrazados mirando lo alto de la colina y a la vez haciendo planes cómo inundar facebook con mensajes cristianos.
Assu.
- Así es amigo, herido, golpeado, no quiero decir odiado porque esa palabra no me gusta, prefiero decir amado.
Y todavía no te da un beso.
- Cómo es la vida amigo, amar sin ser amado, pero un día la abrazaré con fuerza...
Escritor peruano
"Fragmento de una de mis novelas"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario