Hubo tardes en que nos miramos
Recuerdo
ese beso
que quedó grabado
en mi corazón
Y me pregunto
de qué beso
estoy hablando
Hubo tardes
en que nos miramos
y nunca hubo un beso
¡Cuánto lamento!
no haberme acercado
y robarte un beso
¡Cuánto lamento!
en esa tarde
en que te conocí
no haberte dicho
Tus ojos me cautivan
Eres hermosa
Pero sabes
el amor no muere
Y de pronto
alguien tocó mi mano
Era ella que me decía
no muere
y en ese momento me desperté
Lágrimas caían de mis ojos
¡Nunca la tuve en mis brazos!.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
No hay comentarios:
Publicar un comentario