Me despedía
y ese verso
no era el adiós
Era una forma
de decir te quiero
para que el amor no muera
Te busco
en cada verso
y lo que la gente no sabe
es que ahí está mi alma
He inventado
una ilusión
y he mostrado un rostro
que no es el mío
Lágrimas caen de mis ojos
pero ellos ven una sonrisa
que no es la mía
No sé cómo decirle al tiempo
vuelve
quiero ver el rostro de ella
quiero ver su sonrisa
Y cuando ya me despedía
algo me detuvo
era una promesa que hice
que el amor no muere
y al despertarme en ese momento
ella me abrazaba
y yo había estado soñando
cuando ella no me amaba...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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