He caminado
por los alpes
y no te hallé
He caminado
por lugares oscuros
y no estabas
He abrazado sueños
y pensamientos
Corría por los bosques
por los mares
y por los ríos
Me detuve
en el silencio
Me detuve en las formas
y en los pensamientos
Hasta que un día comprendí
que a veces hay que soñar despierto y ver la luna en los campos y los mares en una belleza cósmica y tú ahí observando que yo despierte de mis sueños
Y desesperado
crucé los ríos
y tus brazos me dieron aunque sea por un momento la delicia de ser amado.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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