Ese día
la llevé a la ribera del río
le canté una canción de Los Iracundos
su mirada era preciosa
cautivante
despacio la abracé
poco a poco "le quité la ropa"
su mirada era radiante
me envolvió con su belleza
con su cuerpo
ámame me dijo
llévame a la locura de tu cuerpo
y en aquel momento me desperté
miré la brisa el mar
no había nadie
a mi lado.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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