A veces
hay que ficcionar
porque el estar solo en la realidad
es dura
no hay momentos maravillosos
que se repitan
y no hay abrazos
que palpiten
en las rosas literarias
sueños que van muriendo
por corazones duros
y no hay una niñez que aparezca
todos son "demasiado grandes"
y el amor muere
y no hay rosas que palpiten.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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