Me acerqué
a tu cuerpo
y sentí el toque de tu piel
acariciaste los "vellos" de mi alma
y sentí los latidos de tu corazón
y siempre serás hermosa
en lo más alto
en los montes
en las riberas
y un día cuando ya no esté
recurre a mis versos
ahí te di lo que yo sentía
y no llores mi cielo lindo
desde el cielo te estaré abrazando.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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