Cuando escribas una novela
hay dos formas muy básicas
para empezar;
una de ellas
centra una frase
y sobre eso escribes algo:
"hay pensamientos muy bellos" decía el poeta
Nora se quedó pensando
y se acordó de su padre que le decía
"hija mía cuida tus pensamientos",
en su mente dijo gracias padre,
y así sucesivamente
puedes escribir;
y la segunda
no fuerces un diálogo
donde no hay un contenido
que no apunta a nada;
al menos al comienzo
cuando recién sea tu primera novela;
y son formas mínimas para dar una idea,
luego hay multitud de formas
y hay secretos dentro de esas formas,
y parte de los secretos
está en tu alma
y es con la debida experiencia
y formación de valores
que te adentras a muchos contenidos
apuntando a algo;
porque la vida es breve
y hay que dejar en lo posible
los más bellos contenidos
y los colores apropiados
de acuerdo a la historia;
y un detalle
como ya he mencionado anteriormente
valora la inspiración en alza
tal vez no "una gran novela para el mundo"
pero será una gran novela para otros
que encontrarán líneas preciosas
valorando esta vida sin duda
pero valorando también lo que viene;
porque al final lo que vale
es lo que llevas
y esa será una bella presentación de una parte de tus actos
en cuanto a escribir novelas
más allá de lo bello que aquí dejas
es lo que tú llevas
habiendo valorado un don
y hacer algo
o todo lo posible
por haber agradado a Dios;
eso es lo que cuenta
y tendrás una alegría muy grande en el cielo
cuando estés frente a nuestro Señor Jesucristo;
el mundo habrá quedado atrás
y tú estarás en un bello lugar
con multitud de los salvos
en una preciosa eternidad de gloria;
este es un poema para alentarte
al que entendió y valora
"la belleza espiritual" de estas líneas.
Escritor peruano
No hay comentarios:
Publicar un comentario