Cuando las excusas abundan
¡cuidado!
y hay cosas que un creyente lo entenderá
en el espíritu
y a veces hay razones
para ciertas respuestas
pero hay excusas que permanecen en el tiempo
y no hay justificación
¡cuidado!
y el silencio permanente pudiendo hacer algo
nunca es bueno
y una forma en la que siempre somos engañados
es que todo está bien
y no es así
y si en lo más pronto no nos movemos para la gloria de Dios
la costumbre y la suma de excusas cada vez pesará más
y el alejamiento a las cosas de Dios se hará más visible.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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