Hay bellezas literarias
que quedarán en el recuerdo
y una de las verdades
para apuntar a esa belleza
es el cuidado de las formas
de los colores
del contenido
y entre el desarrollo gradual
y el incipiente
hay algunos secretos
y descubrir a tiempo
una dirección hermosa
darás a tu novela
no solo una buena historia
sino que muchos antes de partir de este mundo
estarán agradecidos
porque en el autor hubo
más allá de una expresión terrenal
el delicado gesto de dejar líneas para reflexionar.
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