viernes, 9 de agosto de 2019

¿Realmente se está viviendo una vida que agrade a Dios con el silencio continuo, con el silencio permanente?
























Si tu vivir es Cristo
y así lo proclamas
lo cual es hermoso
amén
pero una de las preguntas es
¿por qué sigues viviendo en el silencio permanente?
Muchos en las redes sociales
viven en un silencio absoluto
para con sus seres "amados"
para con sus "amigos"
nunca apoyan en nada
nunca son recíprocos
nunca un me gusta
nunca un comentario
nunca una felicitación
nunca un abrazo
nunca un feliz cumpleaños
y para con varios
o para con muchos
siempre en una falta de perdón
no les interesa en lo más mínimo
perdonar ni la más mínima "ofensa"
y así viven diariamente
expresándolo con sus hechos
más allá de que en palabras
digan lo contrario
lo que se ve son los actos
se siente el silencio continuo
se siente el silencio permanente
se siente la falta de perdón
se siente la falta de apoyo
se siente la falta de reciprocidad
se siente la falta de amor
se observa un orgullo
se observa una mezquindad
es fácil copiar una imagen en google
donde se dice
Mi vivir es Cristo
y publicarlo en las redes sociales
lo cual es bueno
y hay que seguir así
amén
pero otra de las preguntas es
¿realmente se está viviendo una vida que agrade a Dios
con el silencio continuo, con el silencio permanente?
Es obvio que no
cuando se sigue viviendo
haciendo lo contrario a la voluntad de Dios
porque estamos llamados a evangelizar
a edificar
a sembrar todo lo bueno que podamos
pero un silencio intencional
decidido ya en el corazón
no importándoles nada
cuando se habla del amor al prójimo
y prefieren ignorar
prefieren ser mezquinos
prefieren la falta de perdón
prefieren no ser recíprocos
entre otros aspectos
y no debemos vivir así
y que éste poema
sirva como una reflexión
para todos cambiar
porque todos necesitamos cambiar
y cuando digamos que nuestro vivir es Cristo
procuremos entre otros aspectos
alejarnos lo más que podamos
del silencio continuo
y del silencio permanente
por amor
por amor a nuestro Señor Jesucristo
y a Él toda la honra, la gloria y el honor
pero en un silencio continuo
o permanente
no estamos viviendo para la gloria de Dios.


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano


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