Me estoy yendo
para no volver
y hay lágrimas en mis ojos
nadie me quiso
nadie se preocupó por mí
las arenas siguen igual
el viento no se mueve
la tarde es hermosa
y no hay vida
y de pronto una frase vino a mi mente
"un hijo de Dios no se rinde"
y en una parte del camino di la vuelta
y empecé a ver la vida de otra manera
no hay silencio que gane
a bellos pensamientos interiores
es solo un poema
hoy quise darle un color distinto.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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