La vida se va yendo
y nos pasamos con amargura
con envidia
¡qué triste!
y un día la muerte
vendrá callada
y en silencio te tomará;
no habrá tiempo para despedidas
ni para decir a alguien perdóname
ya no habrá tiempo para las lágrimas
para los abrazos
ese será tu último día
y te la pasaste con amargura
con envidia
nunca publicaste algo hermoso para la gloria de Dios
nunca mostraste una verdadera humildad
te creías fuerte
sólido
y nadie te "ganaba"
pero un día la muerte tocará tu vida
y todo lo que construiste no ayudará a una evidencia hermosa "allá" en la eternidad
y este poema no era para escribirlo
pero algo pasó en mi mente
y de pronto comencé a escribir estas líneas que quedarán en el recuerdo
y te dejo esta preciosa reflexión
no elimines tus aspiraciones
es parte de un don
pero aprovecha tus habilidades para hacer algo
o todo lo que puedas para la gloria de Dios
y a mayor conocimiento de su palabra
te alegrarás de tus aspiraciones
porque por ahí puedes hacer muchas cosas
con colores y bellezas extraordinarias
en tu breve paso por este mundo;
deja una huella
una firma
y multitud de detalles para que muchos puedan acercarse a Dios.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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