Una vez que te has acostumbrado
al silencio permanente
a no apoyar
a no felicitar
a no ser recíproco
y no lo haces prácticamente con nadie
el daño te has hecho tú
pero alimentado por otros
y nadie se siente culpable
y hay responsabilidades que están en la conciencia
y si nunca cambian
o cambian muy poco
y es solo para la tribuna
no esperemos de ellos
las frases más hermosas
porque no lo viven
ni lo sienten.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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