Hermoso.
- Sentí decirlo.
Me sorprendes, porque pensé que no eras creyente.
Nunca.
- Aunque una tarde le dije a una chica.
- Sí... me miró sorprendida y me dijo pero tus escritos no reflejan nada de eso, qué tanto así le dije.
Uy amigo, creo que eso no es justo.- Eso me pasa por crear personajes que solo hablaban del ateísmo, y aquí entre nos quise impactar al mundo y hubo un amiguito por ahí que me aconsejó mal, me decía tantas cosas, me hablaba de escritores ateos.
¿Y porqué no me escuchaste a mí?- Bueno, para la próxima.
¿Y estás escribiendo algo nuevo?- Sí, sobre una pareja cristiana.
¿Estás hablando en serio?- Me extraña que me digas eso.
Como nos hemos dejado de ver algunos años.
- Tranquilo amigo.
Me parece mentira que tú el más palomilla del barrio esté escribiendo cosas y es creyente.
- Te contaré una anécdota.
Dime.- Quise escribir algo así como José Saramago y no pude, y una tarde le enseñé mi escrito a una chica, al día siguiente me dijo ese no eres tú y si quieres que yo me enamore de ti sé tú mismo.
¿Y ahora a quién quieres aparecerte?- Después de lo que me dijo la chica no sé a quién.
¿Y qué pasó con la chica?- Es una historia que lo contaré.
¿En una nueva novela?
- Sí.
Pero imagínate que ahorita nos están leyendo miles de lectores.- Asu, ya empezaste a ilusionarme y que nos están entrevistando en un canal de televisión, y que las chicas ahí gritando por un autógrafo...
Basta amigo.- ¿Para qué ilusionarse no?
¿Y tú has hablado de la ilusión?- Sí...
Manuel Núñez del Prado DávilaEscritor peruano
Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...
Nota: Hace más de un mes que estoy sin correo de hotmail, y no sé qué es lo que estará sucediendo con mi correo...
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