miércoles, 9 de agosto de 2017

Dante Gebel #474 | Esto no es todo, amigos



Uno de los aspectos singulares del cristianismo es que el movimiento de su iglesia comienza con la resurrección de nuestro Señor Jesucristo; su tumba está vacía hasta el día de hoy, porque la muerte no lo pudo retener. Al igual que una semilla que se planta para que germine, Cristo muere para vivir por siempre, para que nosotros accedamos a la vida eterna, para que entendamos que la vida terrenal no es todo y la muerte no es un punto final, sino una coma en el plan divino de Dios. Un mensaje imperdible.


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