lunes, 1 de junio de 2020
Hay que seguir adelante
Y ese día
se agotó la inspiración
Había un silencio muy recio
que acabó con la fuerza de mis pensamientos
Lágrimas vinieron a mis ojos
el escritor se iba a lugares extraños
Donde no se publica
donde no hay amor
Donde todo es ligero
y la vida poco vale
Donde hay aplausos
y son falsos
Unos días son hermosos
y luego el más feroz de los silencios
Y me iba a un mundo
donde reinaba el silencio
Mucha bulla
y pocos abrazos
Muchas frases
que no se cumplen
Y cuando ya llegaba a ese lugar
en mi alma se escuchó un grito
Ese ese no es tu lugar
¿qué haces ahí?
Tú naciste para tocar vidas
y en ese momento me desperté
y lágrimas caían de mis ojos
a veces el silencio
también ahoga el sueño
de hacer más
y muchos no te entienden
pero la vida es así
y hay que seguir adelante
contra familia
y "amigos"
que nunca que nunca
te apoyan
y a veces
ese silencio
afecta más
cuando no centras tus pensamientos
pero en Cristo somos victoriosos
aunque muchos a nuestro lado
nos "arrasen" con su silencio
pero solo será literario
porque nunca nunca
nos podrán destruir.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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