Jugaba con los vientos
jugaba con el mar
y estaba en un "eterno" aprendizaje
hasta que un día descubrió
que más que el juego
el mundo necesitaba poesías vivas
que alimenten a esas almas que están bajo el peso de una oscuridad grande
y hay poesías tan vivas
y autores tan despiertos
que gracias a lo que se publica el mundo en alguna medida está cambiando
y a la vez están enseñando que hay direccionalidades a las que también se debe apuntar.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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