Una de las cosas
que hay que aprender
en la literatura
es que hay momentos
en que hay que saber decidir
y ahora lo diré literariamente
con colores "bajos"
Cada mañana en los alpes
hay un brillo
en los vientos tú creces
a la altura del mar
y cada juego
al golpear tu pecho
un razonamiento cruza en lo alto
no es la idea
sino el monte
y en la cúspide de lo bello
una luz hay en tu alma
y al decidir el juego
una nube se disipa
no son los barcos
no son los valles
eras el viento lo que entra
decidiendo un brillo que algunos notarán
muchos no lo verán
ni querrán verlo
esa es una de las batallas
donde pesa la firmeza
y no se rinde
sabes decidir
dónde se juega más
y no toda belleza es para todos
y ahí se ve el brillo de tu alma.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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