Qué flojera
dijo el niño
no tengo ganas de escribir
no tengo ganas de decir te quiero
no tengo ganas de jugar
no tengo ganas de salir a la calle
no tengo ganas de abrazar a mis padres
no tengo ganas de estudiar
no tengo ganas de analizar nada
no tengo ganas de ir al parque
no tengo ganas de entrar a internet
no tengo ganas de entrar a facebook
no me interesa lo que publican mis amigos
siempre lo mismo
cosas vanas
superficiales
creen que porque son niños pueden publicar cualquier cosa
creen que no deben opinar sobre temas grandes
¿y qué es un tema grande?
¿Lo político?
¿Lo económico?
¿La ideología de género?
¿El lenguaje inclusivo que hoy en día se habla?
Que la sexualidad se construye sobre la identidad sexual
y que no se construye de ninguna otra manera
que se pueden casar entre hombres
que se pueden casar entre mujeres
que hay que enseñar lo que ellos dicen a todo el mundo
que no hay que valorar lo espiritual
y aunque no lo digan
se sabe que es así
que hay que hacerles caso
que ellos tienen la razón
la verdad
o sea tengo que aceptar construcciones que es parte de los tiempos
donde prevalece la oscuridad
y no hay la aceptación para nada de valores espirituales
que no tiene nada de evolución
sino de involución
que a mi perro
debo llamarle perre
y "les amigues"
y una serie de cosas
que ya hasta me da verguenza de decirlo
¿que una niña
tenga que llamar a su cuerpo
mi cuerpa?
Y que por eso a alguien que presenta un proyecto
un proyecto de la oscuridad
de la involución
del atraso
del retroceso
le den un premio a ese proyecto
y que sean personas
que dirigen el país en la parte cultural
el que premie con plata a ese proyecto
esto es el colmo
entre tantos colmos que hay en el país
y en el mundo entero
¿qué dijo el niño
he escrito un poema?
Y el niño sin darse cuenta
había escrito tal vez
uno de los más grandes poemas
que un niño a su corta edad
en la belleza de una inspiración
con tacto
con melodía
lo había escrito.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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