Una de las bellezas espirituales
que el mundo no valora
es cuando un creyente
se rinde más y más
y ellos se dan cuenta
y se quedan con dudas en la mente
y mientras el creyente sigue creciendo
para el mundo es uno menos
y mientras más nos aferremos
al amor de Dios
más grande somos espiritualmente
y ser grande significa
rendirte a Dios
y en tus actos
en tus escritos
y en tus palabras
en alguna medida se ha de notar
y cuando te arrodillas en un momento dado
y pones tu frente en el piso
y le dices papito lindo alabado sea tu nombre
y todo lo que quieras expresar
eso no es de todos los creyentes
son momentos donde te postras
y adoras a Dios
y hacer eso es expresión de crecimiento
y no hay otra
que para seguir creciendo y sembrando
en diferentes aspectos
hay que ser firme en la palabra de Dios.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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