Hermoso.
- Ahí hay una cueva... vamos por ahí.
Tengo miedo.
- ¿A tus veinticinco años y bien posicionado en la vida y tienes miedo?
Así tenga más, igual...
- Ahí hay una cueva... vamos por ahí.
Tengo miedo.
- ¿A tus veinticinco años y bien posicionado en la vida y tienes miedo?
Así tenga más, igual...
- Por...
No sé... lo veo muy oscuro.
- ¿Crees que puede haber algo de espíritus malos?
Podría ser.
- Vamos amigo, tú eres macho, valiente, has practicado las artes marciales.
Tranquilo, tranquilo... no te burles.
No sé... lo veo muy oscuro.
- ¿Crees que puede haber algo de espíritus malos?
Podría ser.
- Vamos amigo, tú eres macho, valiente, has practicado las artes marciales.
Tranquilo, tranquilo... no te burles.
- ¿No dices que has practicado?
Ya, ya tranquilo ¡eh!.
- Es una broma amigo.
Ya lo sé, y vamos a otro lado, yo no entro a esa cueva.
- Y si se trata de salvar a una chica.
Bueno, ahí sí, la cosa cambia, me volveré supermán, Bruce Lee, Chuck Norris...
Ya, ya tranquilo ¡eh!.
- Es una broma amigo.
Ya lo sé, y vamos a otro lado, yo no entro a esa cueva.
- Y si se trata de salvar a una chica.
Bueno, ahí sí, la cosa cambia, me volveré supermán, Bruce Lee, Chuck Norris...
- ¡Ah caramba!... y así dices que no practicas las artes marciales.
¡Y qué tiene que ver una cosa con otra!.
- Pero no te amargues amigo, tranquilo, paz, amor...
Bromista eres, graciosito, te gusta decirme cosas como para hacerme ver el débil y el malo de la película.
¡Y qué tiene que ver una cosa con otra!.
- Pero no te amargues amigo, tranquilo, paz, amor...
Bromista eres, graciosito, te gusta decirme cosas como para hacerme ver el débil y el malo de la película.
- ¡Oye amigo!.
Es una broma...
- Pero ya me estabas asustando.
Sí, sí...
- ¿Y ahora adónde vamos?
Sigamos por ahí, algo encontraremos.
Es una broma...
- Pero ya me estabas asustando.
Sí, sí...
- ¿Y ahora adónde vamos?
Sigamos por ahí, algo encontraremos.
- ¿Una chica?
Uyayay... no me emociones.
- Ya ves.
¿Qué... y tú no te alegrarías de encontrar a una chica?
- Sí, pero tú te alegras demasiado.
¡Ah!... ahora resulta que eres observador.
Uyayay... no me emociones.
- Ya ves.
¿Qué... y tú no te alegrarías de encontrar a una chica?
- Sí, pero tú te alegras demasiado.
¡Ah!... ahora resulta que eres observador.
- No amigo, yo también me alegro, y me alegro más que tú... me acuerdo cuando mi Margarita linda me tenía en sus brazos y me besaba, yo la acariciaba tiernamente... luego mis manos poco a poco...
Y ya no sigas amigo, acuérdate que no tengo...
- Está bien, voy hacer una excepción contigo.
¡Ah caramba!.
- Bueno, ahora adónde nos dirigimos.
Creo que por ahí hay algunas casas.
- Bien... vamos por ahí...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...
MANUEL NÚÑEZ DEL PRADO DÁVILA - Wikio Sources
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