- ¿Has leído su última novela?Sí.
- ¿Y qué opinión tienes?
Qué te puedo decir... excelente.
- Y esa palabra que estás mencionando también lo han expresado algunos críticos literarios.
¡Ah caramba!... o sea que estamos coincidiendo.
- Es lo que veo.
¿Y tú sigues escribiendo en Hi5?
- Sí amigo... y ayer por primera vez he puesto un vídeo... y no sé cómo lo hice.
¿Qué pasó?
- Me emocioné... escuché una hermosa melodía y dije si no pongo este vídeo mejor me voy de Hi5... claro que es una broma, pero lo que me sorprendió es que en menos de una hora me hicieron cinco comentarios, y sabes amigo.
¿Qué?
- Nunca me han hecho comentarios... y como dijo en una oportunidad mi abuelito creo que me acostumbré al no existo, y miraba a mi abuelita y le decía ¿y para ti existo? Claro que existes le respondía... y ahí se decían cosas...
Y sabes.
- Dime.
La última vez que conversé con tu abuelito como que lo vi más tierno, más conversador.
- Sí... es lo que yo también he notado... y la última.
¿Qué?
- Mi abuelito también quiere estar en facebook.
Excelente.
- Y lo abracé y le dije ¿y cómo hacemos para poner vídeos? No seas gracioso me respondió.
¿Y tú qué le dijiste?
- Es una broma le dije... y luego me habló un poco de algunos cantantes...
¿Y te hizo mención de Jesús Adrián Romero?
- No.
¿Y tú nunca le has hablado de él?
- La verdad nunca.
Por...
- No sé... como mi fe es quizá muy pequeñita.
¡Ah caramba!... empiezan los reconocimientos.
- No seas gracioso ¡eh!.
Es una bromita amigo... y sabes aquí entre nos yo nunca les he hablado a muchos de mis vecinos de ningún pastor, de ningún cantante cristiano, y hasta donde yo puedo observar ellos no tienen ni la más mínima idea de casi todos los predicadores cristianos, y hace poco por ejemplo conversando con una chica yo le hablaba de Javier Bertucci, de Dante Gebel y ella me miraba y me miraba y como que no entendía nada, y lo que hacía era cambiar con facilidad el tema, y me hablaba cuál es mi opinión del fútbol, del vóley, de los asaltos, etc, etc, etc, que no está mal claro está pero también se evidenciaba su total falta de interés por tratar de aprender algo con respecto a Dios, y según ella no creía ni en el cielo ni en el infierno y que en esta vida se da lo que se da y punto... y en otro sentido me comentaba que ella quiere escribir una novela, y entre broma y broma le dije si pondría el nombre de algún predicador, y para qué me respondió... y ahí conversábamos cositas.
- ¿Y tú sigues animado para escribir una novela?
Ya no amigo.
- Por...
No sé... creo que me faltan incentivos.
- Uy... así están las cosas ahora.
Quizá un poquito.
- Pero vamos amigo, tú di que puedes y punto.
¿Así de fácil?
- Como dice mi tío en algunas cosas seré guerrero hasta el final...
¿Y te hizo mención de Jesús Adrián Romero?
- No.
¿Y tú nunca le has hablado de él?
- La verdad nunca.
Por...
- No sé... como mi fe es quizá muy pequeñita.
¡Ah caramba!... empiezan los reconocimientos.
- No seas gracioso ¡eh!.
Es una bromita amigo... y sabes aquí entre nos yo nunca les he hablado a muchos de mis vecinos de ningún pastor, de ningún cantante cristiano, y hasta donde yo puedo observar ellos no tienen ni la más mínima idea de casi todos los predicadores cristianos, y hace poco por ejemplo conversando con una chica yo le hablaba de Javier Bertucci, de Dante Gebel y ella me miraba y me miraba y como que no entendía nada, y lo que hacía era cambiar con facilidad el tema, y me hablaba cuál es mi opinión del fútbol, del vóley, de los asaltos, etc, etc, etc, que no está mal claro está pero también se evidenciaba su total falta de interés por tratar de aprender algo con respecto a Dios, y según ella no creía ni en el cielo ni en el infierno y que en esta vida se da lo que se da y punto... y en otro sentido me comentaba que ella quiere escribir una novela, y entre broma y broma le dije si pondría el nombre de algún predicador, y para qué me respondió... y ahí conversábamos cositas.
- ¿Y tú sigues animado para escribir una novela?
Ya no amigo.
- Por...
No sé... creo que me faltan incentivos.
- Uy... así están las cosas ahora.
Quizá un poquito.
- Pero vamos amigo, tú di que puedes y punto.
¿Así de fácil?
- Como dice mi tío en algunas cosas seré guerrero hasta el final...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...
La diva y el escribidor
"Diva", el cuarto libro que nos entrega Roberto Reátegui, es, sin duda, el proyecto más ambicioso de la trayectoria literaria de este comunicador vuelto novelista.
Con la minuciosa delicadeza descriptiva que ya caracteriza el desarrollo de sus historias, Reátegui nos presenta a un escritor que es contratado por una retirada actriz de televisión (la diva a la que el título de la novela hace referencia) para escribir su historia. A partir de ese detalle, se dispara la acción en la novela, que corre en direcciones simultáneas: una encaminada sobre la relación entre la actriz y su biógrafo (que está secretamente enamorado de ella) y otra basada en el pasado, con la que se reconstruye la vida de la actriz y del mundo que la rodeaba cuan aún era una diva.
La trayectoria bidimensional que propone la estrategia narrativa de la novela le ha permitido a Reátegui desarrollar un lenguaje de transparencia melancólica, sumamente eficaz para sintetizar los sentimientos que el pasado despierta en la actriz y que esta, a su vez, despierta en el escritor.
Catalogada con justicia como la mejor novela de Reátegui hasta el momento, "Diva" es finalista del Premio Planeta-Casa de América 2011.
Tal como su quinta novela lo confirma, el escritor que Reátegui lleva dentro está decidido a consolidarse y construir una obra de largo aliento.
Cultura - El Comercio lunes 3 de octubre del 2011
"Diva", el cuarto libro que nos entrega Roberto Reátegui, es, sin duda, el proyecto más ambicioso de la trayectoria literaria de este comunicador vuelto novelista.
Con la minuciosa delicadeza descriptiva que ya caracteriza el desarrollo de sus historias, Reátegui nos presenta a un escritor que es contratado por una retirada actriz de televisión (la diva a la que el título de la novela hace referencia) para escribir su historia. A partir de ese detalle, se dispara la acción en la novela, que corre en direcciones simultáneas: una encaminada sobre la relación entre la actriz y su biógrafo (que está secretamente enamorado de ella) y otra basada en el pasado, con la que se reconstruye la vida de la actriz y del mundo que la rodeaba cuan aún era una diva.
La trayectoria bidimensional que propone la estrategia narrativa de la novela le ha permitido a Reátegui desarrollar un lenguaje de transparencia melancólica, sumamente eficaz para sintetizar los sentimientos que el pasado despierta en la actriz y que esta, a su vez, despierta en el escritor.
Catalogada con justicia como la mejor novela de Reátegui hasta el momento, "Diva" es finalista del Premio Planeta-Casa de América 2011.
Tal como su quinta novela lo confirma, el escritor que Reátegui lleva dentro está decidido a consolidarse y construir una obra de largo aliento.
Cultura - El Comercio lunes 3 de octubre del 2011
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