martes, 20 de octubre de 2009

y sus labios se enlazaron con los míos...

Y aquella noche no podía dormir, la recordaba insistentemente: sus ojos, sus labios... ¡Oh Dios!...

Un momento después antes de acostarme me puse a leer parte de un escrito -que en breves días a pedido de una editorial de prestigio estarían publicando ésta mi nueva novela-; y de tantas hojas tomé algunas entre mis manos y empecé a leer aquella parte que ya algunos anteriormente lo habían leído; y dice así:

Si algo puedo decirte mi cielo lindo, es que nada cambiará mi amor por ti...

Y en aquel momento después de haber leído determinadas líneas sentí una vez más que una pena muy grande se apoderaba de mí, un dolor que tantas veces lo he sentido...

Y leía una y otra hoja, y en una de ellas me había expresado del siguiente modo:

Pasaron algunos días, y un sábado por la tarde mi buen amor me decía: ayer he leído una vez más aquel poema que como tú dices lo has escrito tan sólo para mí, y sabes -me lo decía con cierta ternura- en verdad me doy cuenta, que lo has escrito con aquellas palabras que a veces me dices, como aquello de que soy: la mujer más linda que has conocido, y que un día mis ojos impactaron en los tuyos... y sé también que desde que nos conocimos todo lo que escribes, lo haces pensando en mí... Sí mi cielo le respondí, y te digo algo le dije luego: yo ya no puedo escribir si es que no te tengo presente en mis pensamientos... Y ella me abrazó en aquel momento y sus labios se enlazaron con los míos...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Es parte de uno de mis escritos...

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