miércoles, 1 de noviembre de 2017

Qué tanto estamos haciendo para la gloria de Dios




















Un silencio permanente
de no querer saludar
de no querer perdonar
de no querer poner me gusta
en momentos
y mensajes que sí deberías hacerlo
en parte como sembrando
y dando una guía o dirección
para que otros siembren
y el deseo de no querer para nada
ser luz y sal para muchos
a través de palabras
de acciones
de actos concretos
que otros puedan ver
todo eso 
y mucho más que no se hace
pudiendo y debiendo hacerlo
eso es parte de querer seguir viviendo
en la vieja naturaleza
y los que somos creyentes
ya no debemos vivir así
no es que en la iglesia
somos maravillosos
cantando himnos
y alabando a Dios
y luego en otros lugares
somos totalmente distintos
y encima no queriendo reconocer
que estamos actuando mal
eso empeora una vida espiritual
y el silencio permanente
es algo que no debe darse en un creyente
porque es todo lo contrario
a lo que Dios quiere para nuestras vidas
tenemos que perdonar
que apoyar
que alentar
y eso es siempre
y no nos acostumbremos
a permanecer en silencio
y no a decir
no entiendo
porque eso es mentira
y es el peso de una conciencia
que sí entiende
pero que quiere seguir viviendo
en el lodo
en la oscuridad
en la falta de perdón
en la falta de amor al prójimo
en el deseo de no querer apoyar en nada
de ningunear a muchos
de hacerse los que no saben nada
que no han visto nada
que no han leído nada
y tantas otras cosas negativas
que se vienen cometiendo
es algo que ya no debemos hacer
debe evidenciarse el peso de una conciencia
de responsabilidad
de eliminar lo negativo
y asumir lo que es bueno
lo que le agrada a Dios
y lo que Dios quiere para nuestras vidas
para ser luz y sal para otros
para dar buen testimonio
para sembrar de una y otra forma
y no venir con una mentira
de que no lo entiendo
porque sí lo han entendido
porque sí lo están entendiendo
sino que muchos no quieren cambiar
no quieren aceptar que están actuando mal
y eso definitivamente
no es bueno
y es tiempo ya
en los que somos creyentes
evidenciar no solamente en una iglesia local
sino también en otros espacios
de que ciertamente
queremos agradar a Dios
en todo lugar
y expresar de manera visible
lo que Dios quiere
de ser luz y sal cada día
y eso expresará en parte
cuánto estamos cambiando
y qué tanto estamos haciendo para la gloria de Dios.


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano


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