Se dicen tantas cosas en las novelas
y es propio del autor lo que diga
y se escriben tantas páginas
que al final de su vida
no se sabe qué epitafio ponerle
dijo tantas cosas
y no hubo precisiones
jugó a que era un escritor grande
que sabía mucho y de todo
pero a la hora de la hora
en puntos totalmente importantes
no dijo nada
y el riesgo más allá para el lector
fue para su propia vida
muchas fotos
muchas poses
mucha "sabiduría"
y la imprecisión para su alma
fue la imprecisión de sus escritos
y jamás entendió que había que tener una sabiduría mayor
y una de las cosas que se hubiera dado
es que por parte de muchos se hubieran escrito lindos epitafios
y jugar a ser grande sin precisiones en determinados aspectos
tiene un alto costo
y él más alto es para él
pasó sin dejar hermosa sabiduría para el mundo
ahora que vengan "los más grandes intérpretes"
para "entender" el poema.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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