La vez pasada conversé con Isabel Allende y le dije Isabel he publicado una canción cristiana en facebook.
- No te creo amigo.
De verdad si quieres pregúntale a ella.
- ¿Y qué tal si le pregunto?
Uy amigo.
- ¿Viste?
Iba a ser mi broma para publicar en un espacio y mira lo que haces.
- ¿He interrumpido?
Estaba preparando un escrito amigo.
- ¿Para tu blog?
Sí y justo que ya estoy para crear una historia y decirle al mundo pero qué importa amigo como me dijo una chica creo que no tienes suerte y si tú me miras a los ojos le dije.
- Uy amigo creo que tú estás sentimental ¡eh!.
No te voy a decir que estoy en un día peligroso.
- Assu ¿y le digo a las chicas que estás en un día bravo?
¿Y quién te va a ser caso amigo?
- ¿No crees que hay alguna por ahí?
¿Qué te parece si lo dejamos para el jueves?
- Bien ¿y vas a seguir leyendo ese libro?
¿El que tengo en mis manos?
- Sí.
Le dije a una chica que voy a ser un comentario y hoy día lo voy a publicar en facebook.
- ¿Antes de las diez de la noche?
Creo que sí y ahorita todavía estamos tomando un cafecito pero hay algo que no me gusta.
- ¿Qué?
La canción que han puesto.
- Sí, como decía un empresario tu local puede ser muy hermoso pero ten cuidado con las canciones que pones.
Y es cierto amigo a veces uno no entra a un local cuando la canción no es apropiada y encima con un volumen muy alto y lo gracioso es que cuando entramos a este local todavía no habían puesto la música y cuatro minutos después mira la música que ponen creen que yo voy a salir hacer un pacto con el diablo.
- Pucha amigo adónde nos hemos metido.
Sabes.
- Dime.
Creo que voy a venir a predicar por aquí.
- ¿Con tu laptop?
Es mi herramienta de trabajo ¿imagínate si me faltara mi laptop?
- ¿Qué harías?
Claro que es una broma pero una laptop bien utilizada para el reino puedes hacer que muchos conozcan a Javier Bertucci, a Dante Gebel, a Cash Luna porque no es lo mismo recomendarles que escuchen una prédica porque lo más probable es que nunca lo van a escuchar pero si tú en ese momento entras a YouTube y pones una prédica aunque sea por dos minutos.
- Yo diría que aunque sea por un minuto.
Aunque sea por veinte segundos.
- Ya, no bajemos tanto ¡eh! ¿y así lo vas a publicar en tu blog?
Qué me queda.
- No puedo estar escuchando esto ¡eh!.
Me falta oficio para saber editar.
- Primero ten tu blog amigo.
Pucha yo ya estaba creando una historia.
- ¿Interrumpí?
Nunca me hagas eso amigo.
- Por...
Escuché que están por darme el Premio Nobel de Literatura.
- Hablando en serio ¿qué es lo que hay que hacer?
Crear historias.
- ¿Pero también se puede predicar algo dentro de una historia?
¿Y qué crees que estoy haciendo?
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...
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