Aquella mañana
dije ¡excelente!
y nadie dijo nada
Aquella tarde
dije te Amo
y tú callabas
y no me mirabas
Hoy
los años han pasado
y la palabra ¡excelente!
se fue de mis labios
Era una palabra
que decía a muchos
por su trabajo
por el contenido
por su esfuerzo
por la valentía
y nadie me dijo nada
todos callaban
Y en este poema
dejo este mensaje
a veces
no es bueno decir ciertas palabras
porque muchos
nunca
dirán nada
porque se han acostumbrado
tanto a ese "yo"
y en ese yo
vive
la mezquindad
el orgullo
la arrogancia
y a ti
el ignorarte siempre
Se han acostumbrado
a ignorar
pero más que la costumbre
es el peso de una identidad.
Un poema para reflexionar...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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