martes, 7 de marzo de 2017

Tú puedes y tienes que seguir siendo guerrero...


























Cuando un escritor no es creyente puede creer que en una novela no hay que dar mensajes, pero cuando ya eres creyente entiendes que escribir una novela es una gran oportunidad de dejar un mensaje, aunque lamentablemente hay creyentes que piensan que una novela no es para dejar mensajes y se dedican a temas terrenales en diferentes aspectos y ahí quedan, y no se puede esperar en ellos hermosos y profundos mensajes porque su corazón está inclinado a otras cosas y ellos también son parte de ese gran silencio permanente que se da en las redes sociales y tal vez piensan que con ese silencio permanente van a ningunear más a los poquitos escritores creyentes que ciertamente están pensando siempre en dejar mensajes en una novela.

- Al menos a ti no.

Jajaja... Bueno, espero que no.

- Siempre tienes que ser guerrero, y recuerda cuando un creyente quiere agradar más a Dios y tiene pasión por las almas perdidas debe hacer todo lo posible por dejar mensajes de una u otra manera en una novela, y el creyente que no está muy interesado en querer agradar más a Dios y no tiene pasión por las almas perdidas tal vez no se esforzará por dejar mensajes, pero allá él tú tienes que seguir adelante, y como dijo hace poco un escritor creyente el mundo necesita urgente de escritores creyentes guerreros, realmente guerreros en las cosas de Dios, porque los no guerreros se notan rápido, están mayormente en otros temas, con un lenguaje muy distinto al que debe tener un creyente, y son ellos también los que nunca ponen me gusta a preciosos mensajes cristianos, y eso lo sabemos tú y yo, y no sé si en algún momento me anime a escribir algo, pero no soy novelista, en cambio tú sí pero me parece que últimamente te estás quedando, ya no escribes con esa fuerza que antes escribías, ahora parece que lo haces como para cumplir.

No, pero sí es cierto que algo ha pasado en mí, ya no pongo ese esfuerzo por escribir más, por entrar en detalles, por contar anécdotas, por decir esto, por decir aquello.

- ¿Y qué crees que pasó?

No sé ni yo mismo lo entiendo pero de un momento a otro comencé a descuidar lo que anteriormente era para mí una gran pasión, y hoy cada vez escribo menos y creo que muchos lo han notado, y me dejo llevar en parte por lo que he observado.

- Ya no debes seguir así, tus amigos, tu familia y el mundo necesita de tus novelas, de tus análisis, de tus hermosas reflexiones.

Gracias amigo.

- Tú puedes y tienes que seguir siendo guerrero...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

"Fragmento de una de mis novelas"...


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