Si quieres pasar un tiempo especial con el Rey, tienes que cumplir el protocolo, tienes que prepararte, porque no es tan sencillo como mencionar Su nombre. Tienes que cambiar para agradarle a Él, tienes que buscar Su rostro todos los días, pagar el precio por vivir y llevar lo mejor de tu cuerpo, alma y espíritu a Su presencia. No seas de los que caminan por los patios de tantas iglesias sin conocer a Jesús, ni de los pocos que entran al sitio santo sólo para pedirle bendiciones sin darle todo de ti. Sé de los pocos que van al Santísimo y gozan de un momento de intimidad, de una gala con el Rey, y que se atreven a decirle ‘Papi mío’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario