Cuando hay verdadera adoración
en un creyente
hay frutos
que tienen que ser visibles
Porque una verdadera adoración
y un silencio muy grande
en muchos espacios
no es el fruto que se espera
Porque la verdadera adoración
lleva
a frutos
que son visibles
Y así como la fe
no es visible
en un silencio
así la verdadera adoración
no es visible sin frutos
Los gestos
las actitudes
dicen algo
pero los frutos
son para sembrar
para evangelizar
para edificar
y no para decir
qué lindos gestos
qué lindas actitudes
lo cual es correcto
en alguna medida
pero tenemos que ir más allá
a la búsqueda de una siembra
y para sembrar
una de las cosas que se tiene que evitar
es el silencio
y para llevar a cabo una verdadera adoración
en la implicancia con otros aspectos
lo cual es normal de lo que se espera
es la presencia de una sabiduría
Y sin sabiduría
para evangelizar
para edificar
hay algo que está faltando
en ese proceso de la verdadera adoración.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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