viernes, 17 de julio de 2020
Un día estaremos ante el tribunal de Cristo
Hay momentos
en que debemos procurar
tener la mayor fe posible
para sembrar
para perdonar
Porque cuando esta fe
no la tenemos
somos opacos
grises
no sembramos
no apoyamos
no perdonamos
Y no podemos vivir así
porque los días pasan
y no estamos siendo de bendición a otros
Nos olvidamos que estamos llamados a bendecir
pero por estar genios y figuras que no nos digan nada
perdemos momentos
que tendrán un gran peso en el tribunal de Cristo
Y no un peso que nos favorece
lo contrario
afectará a alguna corona que podamos recibir
Y debemos vivir pensando
que un día estaremos ante el tribunal de Cristo
y que cada cosa que hacemos
guste
o no nos guste
tendrá un peso ese día
Pero ahí solo estaremos los creyentes
los que un día en fe
recibimos a Cristo Jesús como nuestro salvador
pero no los que no nacieron de nuevo
ellos estarán en otro juicio
ante el gran trono blanco
y los libros serán abiertos
y otro libro que es el libro de la vida estará ahí
y será un tiempo terrible
de desesperanza
y lágrimas
al ver que sus nombres no estaban inscritos en el libro de la vida
Tiempo
tiempo terrible
y lo que viene después
será un sufrimiento eterno
de sufrimiento incalculable
Y ahora
debemos hacer todo lo posible
por predicar el evangelio
dejémonos de poses
de no me digan nada
y seguir viviendo
como si no fuéramos creyentes
Y no podemos vivir así
debemos cambiar
por amor
por amor a nuestro Señor Jesucristo
y alégrate
cuando alguien te dice algo
y es para edificar
para que en ti
se vean frutos
porque los frutos son para bendecir a otros
Pero si seguimos en lo mismo
no apoyando
no perdonando
y no queriendo que nos digan nada
para seguir viviendo igual
opaco
gris
en la casa
en el barrio
en las redes sociales
y otros
no estamos valorando
de que hemos sido llamados para bendecir a otros
Y no debemos vivir así
por amor
por amor a nuestro Señor Jesucristo
Este poema
ha sido escrito por un creyente
con todas mis fallas
con todas mis debilidades
pero quiero hacer algo para la gloria de mi Señor
porque si espero "ser perfecto"
nunca, nunca escribiría diversas reflexiones que vengo haciendo
Papito lindo
alabado
alabado sea tu nombre
y un día estaré en tu presencia
no por ningún mérito mío
sino solamente por tu gracia
Alabado
alabado sea tu nombre.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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