jueves, 5 de noviembre de 2015

Y cada mañana cuando tú despiertes...










La inspiración es tan importante que te ayuda en parte al recurso de las palabras, a las frases, a un te quiero, a esos caminos oscuros y que tú ves luz. Ves una esperanza, una ilusión, aquietas una voz cuando es necesario y evitas malas palabras, y donde otros se quedan no por falta de talento sino de inspiración tú sigues una historia, abrazas a ese niño que necesita un pan, le dices a la mujer que amas, sabes eres hermosas, me pierdo en tus ojos y en el brillo de tu mirada... Y un día cuando ya no esté, recuerda que tal vez vine para tocar una fibra, que a pesar de todas mis fallas vine para alentar a otros, soy ese toque, esa magia decía el poeta para esconderme en los versos, y cada mañana cuando tú despiertes yo estaré a tu lado, porque nunca me fui ni te digo adiós, no habrá tarde que me despida, no habrá noche que no sueñe a tu lado...

- ¡Hermoso!.
Un año después él publicó una novela y en un taller literario dijo siempre cuida las formas y depura siempre tu estilo, da lo mejor que puedas, y siempre habrá alguien que valorará lo que tú haces, y si hay silencio no te preocupes, porque tu fe es más grande, y lo que hoy te parece gris Dios hará una cosecha grande, él no deja a sus hijos y su palabra no volverá vacía, y una chica se puso de pie y le dijo gracias amigo, pensar que vine por un taller literario y me voy renovada en mi fe en Cristo, él es bueno y maravilloso, ahora me iré a escribir en una fe hermosa...

Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

"Fragmento de una de mis novelas"...

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