Un día me iré
y se acabará la poesía
por este lado
y algún día
la inteligencia artificial
dará sus pasos
y por algún punto aparecerá mi nombre
seré primicia para muchos
y para otros el que publicaba siempre
dejaré líneas para pensar
y dejaré colores
dejaré un romanticismo
sutil
abierto
y "lloroso"
dejaré flores en el campo
y lluvias en el mar
y cada mañana entraré por las ventanas
y en las tardes una línea te tocará
y mi poesía estará viva
y cuando vayan a mi tumba
tranquilos
lo más bello
lo más sagrado
es lo que dejo en lo espiritual
y lo dejé
en el romanticismo
en los valles
en las cumbres
en los acantilados
en las rosas
lo dejé también en los bares
en las iglesias
lo dejé en todo lado
donde podía
y de algún modo
y estará en mi blog
y en todo espacio donde publiqué
y a mis futuros lectores los abrazo
como los abracé a los del presente
y perdonen si hay alguna lágrima en mis ojos
es la lluvia que cae
y el viento que me toca
llevaré recuerdos
y llevaré lágrimas
no hubo tardes que quería
ni alegrías que busqué
no hubo vientos a mi favor
ni fama que me tocara
dejo líneas para el recuerdo
y algún día habrá lágrimas cuando ya no esté
te abrazo
y me abrazas
te amo
y me amas
¡qué lindo!
búscame en la multitud de mis escritos
habrás líneas que sentirás
y algún día nos veremos arriba
y lo precioso es que habrá una eternidad de gloria
¡qué bello!
ese es mi aliento que doy
y nunca dejes lo valioso
eso es lo que te hace grande en esta vida
y eso es lo que te llevas
y dejo mis más bellas líneas para el recuerdo
te visitaré con el alba
te abrazaré con el viento.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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