El ser humano es social por naturaleza; desde el momento de su nacimiento comienza a verse implicado en diversas relaciones con otras personas, relaciones que llegan a constituir un complicado sistema de grupos e instituciones sociales (la clase, la familia, el Estado, la comunidad, etc.), cuyo funcionamiento se rige por un conjunto de valores aceptados y compartidos por los hombres.
La denominación de la sociología se debe al filósofo francés Augusto Comte, el cual la emplea para designar aquella parte de la filosofía natural que se refiere al estudio positivo de todas las leyes fundamentales relativas a los fenómenos sociales.
La sociología surgió, como ciencia, en pleno siglo XIX, cuando habían alcanzado ya su madurez muchas ciencias sociales: la economía política, el derecho, la antropología, entre otras. Nadie hasta ese momento se había preocupado de estudiar las relaciones entre los diversos sectores de la realidad social de manera científica.
Los sociólogos emplean diversos métodos de investigación para el estudio de la sociedad entre ellos están la observación directa, las encuestas (respuestas de grupos de personas) hasta métodos cuantitativos como las estadísticas, técnicas de muestreo, modelos matemáticos avanzados y simulaciones informáticas de procesos sociales.
La sociología puede dividirse en microsociología y macrosociología, la primera estudia los detalles de las interacciones de la vida cotidiana y la segunda que se ocupa de los patrones de relación entre sectores sociales más amplios (el Estado, la economía e incluso las relaciones internacionales).
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