La mujer de más de cien años lo abrazó y le dijo una novela tiene varios colores y tú decides la fuerza de tus sentimientos y agregó y nunca descuides el arte interior y ella había escrito varias novelas y era sin duda alguna una voz autorizada y yo he leído todas sus novelas cuando era niño y una vez mi madre me preguntó ¿y alguna de sus novelas te motiva a escribir algo? No supe qué responderle y le di una respuesta que no me satisface y creía que era la respuesta adecuada.
- ¿Qué le dijiste?
Le dije algo poético.
- ¿Y lo poético está mal?
No.
- Ahora sí que me confundes.
¿A un hombre de letras como tú?
- Sí amigo también me confundo.
¡Guau! yo pensé que los genios no se confundían.
- Gracias por lo de genio pero no hagas ese tipo de broma ¡eh! y me acuerdo que una noche mi abuelita por parte de mi mamá me dijo tú tienes algo que no veo en mis otros nietos y qué es le dije y ella me respondió eres muy hábil para hablar y explicar.
Y yo estoy de acuerdo.
- ¡Ah caramba! hoy estoy premiado y mañana que habrá.
Un dulce amanecer.
- ¿Te refieres a que me despierto en los brazos de una bella mujer?
Si te digo que sí qué dirías.
- Que eres el más grande profeta que ha dado la humanidad y que en este caso sí o sí se cumpla.
Bien amigo y que quede en el recuerdo como una expresión literaria.
- ¿Y sabes?
Dime.
- Cuando la pasión es grande la poesía no aparece.
Es para pensarlo.
- Pero hay detalles en el intermedio.
¿Qué?
- Como lo has escuchado.
¿Detalles?
- Sí y son los que van para arriba y según los casos van para abajo.
¿Y la luna el mar y las estrellas para dónde van?
- Tú lo sabes amigo y no me hagas quedar mal ...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Fragmento de una de mis novelas
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