Ella siempre estaba
en lugares hermosos
y cada noche
en galpón
su mirada era intensa
y un día
al abrazarla
me dio la sonrisa más hermosa
caminamos juntos por los prados
y las laderas
y una tarde
le di el verso más lindo
y en las noches
la lluvia nos mojaba
y todo era intenso
pero solo fue un amor literario
único
y especial
y si un día estos versos
dieran la vuelta al mundo
que se sepa
que hay amores que brillan
en la lluvia
en los alpes
en los jazmines
y hay amores
que con frases tan suaves
no solo hay una lágrima
sino la dicha de amores vividos
aunque solo sea en la ficción
y hoy me despido del mundo de la literatura
y fue un bello amanecer
de saber
que dejé la magia
en lo más bello de mis escritos;
no lloren
solo es un invento literario
y siempre habrá brisas
lluvias
montes
y mar.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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