A la mañana siguiente después del desayuno me puse a leer brevemente un libro de literatura. Pero no podía concentrarme en la lectura. Mis pensamientos de una u otra forma estaban en mi buen amor, la amaba con toda mi alma...
A mi hermano aquella mañana se le veía contento, y su alegría era tal que en esa misma mañana y como nunca lo había hecho llegó a escribir un poema de más de cuarenta versos. No hay duda -decía mi hermano- de que para mí ayer fue un día bellísimo, y desde luego también -agregaba- sumamente glorioso. Tampoco exageres -le decía mi primo-, no es exageración primito -le respondió- es la pura realidad. Bueno, si así lo dices, así será. Por supuesto primito -le respondió mi hermano. Y no se olviden -nos decía luego- que tanto ella como yo estamos muy contentos de pertenecer ya a la hermosa y espléndida lista de los enamorados...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Es parte de uno de mis escritos...
Eres hermosa, única y especial... Te amo, te amo mi cielo lindo...
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