
Tengamos cuidado
con las poses
y los pedestales
porque un día partiremos a la eternidad
y las poses no sirvieron de nada
y los pedestales quedarán vacíos
pero aquel que fue humilde
y quiso agradar a Dios
tal vez se vaya sin un aplauso
pero ten por seguro
que allá en la eternidad
su entrada será grande
y los días
de felicidad que le espera
por los siglos de los siglos
será demasiado hermoso.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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