Y uno poco a poco
se va alejando de facebook
tanta indiferencia
tanta envidia
tanta mezquindad
y pensar
que cuando uno ingresó
como que todo se veía hermoso
pero poco a poco
te vas dando cuenta
que casi no hay amigos
que casi no hay familia
y los que dicen ser creyentes
muchos de ellos
brillan con su silencio
nunca les gusta una canción cristiana
nunca les gusta una prédica
nunca valoran una hermosa reflexión
claro que no son todos los creyentes
pero sí muchos
y al final uno se decepciona de todos
porque aun los líderes ningunean
todo para ellos
nada para ti
y así van pasando los días
frases hermosas que no se cumplen
todos quieren ser estrellas
todos quieren ser brillantes
y no está mal querer lo mejor para uno
pero lo que no está bien
es ignorar a otros
que también están sembrando hermosas
publicaciones
pero no los valoramos
los ignoramos
y aunque no negamos
otras cosas buenas que hay en facebook
pero lamentablemente lo otro lo opaca
y hay que hacer todo lo posible
para que esto cambie
y por eso es en parte estos mensajes
para crear conciencia
y siempre hay que vivir
en una expectativa
de que muchas cosas cambien
pero hay que seguir insistiendo
en ciertos mensajes
porque así nomás no se cambia
si no hay puntualidades en los mensajes
y este poema está escrito con amor
y con la esperanza
de que muchas cosas cambien
y siempre hay que perdonar
amar
ayudar a otros
en su angustia
en su necesidad
y si queremos brillar
debemos brillar ayudando
no siendo mezquinos
no ignorando
y si hoy nuestros ojos lloran
ante tanta mezquindad
pero hay mensajes
que no quedarán en vano.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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