Es difícil enfrentar el pasado cuando quienes tenían que preocuparse por ti, no lo hicieron y hubo traiciones, canalladas y abuso verbal o físico que te afectaron y te dejaron heridas en el alma. Sin embargo, para tener sanidad espiritual tienes que enfrentar y sanar tu pasado. Dios va a traerte a tus hermanos de Canaán para que tengas la oportunidad de arreglar tu corazón, como la tuvo José que, después de años, perdonó a sus hermanos que lo habían vendido a unos mercaderes cuando era niño. La pregunta es, cuando te enfrentes a tu pasado ¿perdonarás o seguirás alimentando rencor en tu corazón? Un mensaje para atesorar.
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