No se debe ejercer la política sin aceptar principios y derechos fundamentales

Para ejercer la política
hay que ser consecuentes con ciertos principios
muy particularmente ligados al ejercicio de la política
en momentos puntuales
pero más allá en términos generales
a todo principio
y si uno no está preparado
para aceptar principios
mejor es alejarse de una labor
que se requiere de saber aceptar
aquello que es correcto
y la razón
y la verdad lo dictan
pero no hacer un doble juego
de hacer una cosa
y luego querer aparentar que no lo han hecho
y el principio señala
lo que es correcto y lo que no lo es
y no aceptar un principio
que es para todos
cuando se da el caso
es ir en contra de un principio
y eso es lo que viene pasando
lo que ha pasado
y no se puede
y no se debe ejercer la política
sin aceptar principios
y derechos fundamentales
porque lo que es aplicable para uno
también es aplicable para el otro
en uno y otro sentido
como es la presunción de inocencia
el debido proceso
entre otros aspectos
y eso es para todos
y si bien hay detalles discutibles
según los casos
pero normalmente
y en términos generales
lo que se debe dar para uno
se debe dar para otro
y no aceptar principios
por el peso de una política negativa
por apreciaciones de conveniencias particulares
a cualquier precio
y a como dé lugar
y tumbando lo que haya tumbar
para ganar a la fuerza
en base a mentiras
suposiciones antojadizas
y supuestos análisis
alejados de la realidad
que más lindan con la exageración
que con los criterios de realidad
eso no es ejercer apropiadamente
una labor de responsabilidad
y si un político
no acepta principios
por el peso de un mal carácter
o de una política negativa
entonces no debe ejercer la política
porque entre otras cosas
si no se acepta principios
definitivamente no están capacitados
para ejercer algo
que es para el bien de todos
y lo correcto es
que se alejen de una labor
que hacen daño
con sus palabras
con mentiras continuas
con poses de que saben mucho
y que son convictos y confesos
con principios y verdades
pero en la práctica
en la continuidad de muchas acciones
donde se debe demostrar
los principios y las verdades
pero para todos
no solo para ellos
en verdad estas no aparecen.


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano