Hay momentos donde tus múltiples roles se pueden transformar en trabajos completos que le quitan energía a tu fe y le restan tiempo de calidad a tu relación con el Señor, convirtiéndote en un cristiano de medio tiempo, en un cristiano a temperatura ambiente que cumple con asistir a la iglesia y dar una ofrenda los Domingos, pero se ha olvidado de leer y poner en práctica la Palabra y ha perdido la pasión por el Creador. Y aunque tal vez sientes que estás bien así, dando al Señor el tiempo libre de tu agenda, debes saber que Él aborrece la tibieza, le produce arcadas; por eso debes revisar tus prioridades para ponerlo a Él por encima de todo, como prioridad número uno en tu vida. Un mensaje retador.
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