miércoles, 27 de octubre de 2010

me alientas un poquito...

- Y cuando te dio aquella primera miradita tan maravillosa -dijo mi primo- me imagino que te habrás alegrado grandemente...

- Así es -contestó- me alegré grandemente y me parecía mentira lo que en ese momento a este jovencito le estaba pasando. No lo podía creer. Pensar que un chica tan linda, de hermosos ojos me estuviera mirando así con ese brillo especial, y con ese rostro tan contento en el momento que me estaba mirando así era como para no creerlo pero fui muy feliz cuando ella me miraba de esa manera...

- Y en algún momento -le dijo- te ha expresado con toda claridad o quizá te ha llegado a decir indirectamente de que tú le gustas.

- Bueno, -contestó- eso de que me haya expresado con toda claridad de que yo le gusto, la verdad en ningún momento se ha dado aquello pero sí me parece que indirectamente me ha dicho algo así como que yo le gusto, yo le agrado. Y digo que me parece, porque a decir verdad no estoy seguro de que esto último se haya dado ciertamente. Puede ser que sí, como puede ser que no, quién sabe...

- Y han quedado -dijo mi primo- para encontrarse en otro momento, o como que aquí la historia ha terminado.

- No, nada que ver -respondió- aquí la historia no ha terminado más bien recién comienza, (bueno eso es lo que yo quiero creer) y ya para mañana en la tarde hemos quedado en encontrarnos y no sé, qué es lo que habrá de pasar mañana pero yo de mi parte haré todo lo posible para que las cosas salgan bien y por ahí que me inspiro y le digo algunas palabras románticas, y ojalá, -decía luego- si en caso llego hacer esto, desearé de todo corazón que pueda ser de su agrado lo que le llegue a decir...

- Hay que tener confianza y hacer, claro está, todo lo posible para que las cosas salgan lo mejor que se pueda...

- Así es primo, así es -le contestó- y yo de mi parte pondré toda mi sangre para que las cosas de un modo u otro me salgan de la mejor manera, y como dice mi papá en esta vida hay que ser entrador, luchador, empeñoso y poner toda nuestra buena voluntad para que las cosas vayan saliendo quizá no de golpe, según los casos pero al menos aunque sea de a poco o paso a paso pero que se vaya avanzando de acuerdo a lo que uno pretenda lograr o querer alcanzar. Y en ese aspecto mi papá es bastante luchador y aunque a veces o muchas veces las cosas no le van saliendo de acuerdo a como él quiere, pero ahí de una u otra manera está insistiendo para que las cosas se den o se vayan dando...

- Sí, como me dice mi mamá: tu tío desde muy joven es de aquellos que insisten...

- Y sabes primo -le dijo a mi hermano- es cierto lo que acabas de mencionar pero también hubo un tiempo en que mi papá por ciertos problemas que pasó como que bajó los brazos...

- Sí, también me comentó mi mamá esos detalles...

- Y en ese tiempo no les miento -nos decía- mi papá comenzó a leer uno que otro libro... y recuerdo que una mañana antes del desayuno lo vi leyendo el libro "El hablador" de Mario Vargas Llosa... y después me comentó que había leído un poco esa obra porque un amigo de su trabajo se lo había prestado por dos días para que si gusta lo leyera un poco... y como dice mi papá: y es cierto, lo leí un poco...

- Y el miércoles de la semana pasada -le dijo mi hermano- tu papá me decía que fue básicamente a través de uno de sus amigos de juventud que le aconsejó bastante que lea uno y otro libro... porque es una de las formas de ir aprendiendo determinados detalles... y que ahora ya con el internet está leyendo un poco más... pero una de las cosas que le está gustando bastante es escuchar prédicas, y eso empezó porque tu hermano -se refería a mí- comenzó hablarme de Armando Alducin, Cash Luna, Guillermo Maldonado, Dante Gebel, Luis Palau y otros predicadores...

Y me miraron y me dijeron ¿es cierto?

Uhm, uhm...

- Qué pasa -me dijo mi primo- te has quedado mudo...

Uhm... lo hacía bromeando y luego les dije: ustedes ya lo saben...

- Claro, -me dijo mi hermano- sino que nosotros también estamos bromeando...

Y mi primo me dijo -y una vez más te doy las gracias porque tú tienes esos momentos en que le pones mucha fuerza para hablar un poco más de la palabra de Dios... y yo reconozco que por ahí estoy un poco débil... pero siempre hay alguien en la familia que le pone un poco más para ciertas cosas... y es gracias a ti que mi papá se enteró de los predicadores que tú le has mencionado... porque mientras yo estoy "evaluando" para ver en qué momento hablo "determinadas cosas"... resulta que tú vienes y como dijo un predicador: existen esos creyentes como que andan con un mensaje bajo el brazo...

Y que mi caso no es así claro está -les dije.

- Claro está que lo sabemos -dijo mi hermano- pero a veces un poco que pareces como que andas con un mensaje bajo el brazo...

Y si fuera así les dije ¿está mal?

- No -me dijo mi primo- sino más bien todo lo contrario...

Uhm... -le dije- sabes: me alientas un poquito...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...


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