domingo, 29 de marzo de 2015

Jesús Montilla - Persiguiendo el sueño de Dios



Una poderosa palabra, bajo la unción del Espíritu Santo que impartió fe a aquellos que tienen un sueño de Dios... Una palabra que instó a muchos a pelear y conquistar el sueño de Dios en sus vidas.

Debemos discernir los tiempos y las sazones de Dios para esta hora, pues los tiempos que Dios usó en tiempos atrás son diferentes a los de hoy. ¡Dios quiere darte algo nuevo para este tiempo!.

Cantares 3:1-2 "Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé. Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma".

Aquellos que sueñan y que tienen fe, no solamente quieren ver a Jesucristo moverse en las iglesias, sino que ellos también quieren ver a Jesús moverse en las calles, en las universidades. Los soñadores creen que Dios puede hacer grandes cosas en los que les rodea.


Dios quiere sazonar las calles, nosotros somos la sal de la tierra. Aquellos que sueñan son dotados de una creatividad divina, de una creatividad sobrenatural.

Josué 1:2 "Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán"

Las cosas que Dios tenía preparadas con Moisés no son las mismas que usó con Josué. Es bueno aprender de otros, mas ten la expectativa y la fe para creer que Dios te puede usar con cosas nuevas para este tiempo.

Hay sueños que tienen tu nombre y Dios está esperando que tú te pares y creas para conquistar y perseguir ese sueño. ¡Atrévete a perseguir el sueño de Dios!

Si Dios te reveló un sueño, debes conquistarlo no remando como lo hacías antes, ¡sino que debes caminar sobre las aguas!

Hechos 10:14 "Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común."


Dios está levantando una iglesia, Dios está levantando hombres y mujeres que han entendido por revelación del sueño de Dios en sus vidas de que lo que Dios les mandó a hacer ellos lo hacen. Los que tienen el sueño de Dios en sus vidas y su bendición no tienen temor de contaminarse, pues ellos aman al dador de los sueños.

Las personas que persiguen el sueño de Dios son guiadas por el Espíritu Santo.

Dios te quiere transicionar, por eso debes estar dispuesto a dejar el pasado atrás. El sueño de Dios siempre está delante de ti, no atrás.

Somos hijos de Abraham en la fe; los hijos de Abraham no se aferran a lo conocido sino que andan caminando a lo desconocido con una clara revelación de lo que Dios les mostró.

Las personas que tienen el sueño de Dios son equipados con una vitalidad en su vida, no son personas flojas y se autoalimentan con la palabra de Dios.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario