‘Tal como el hombre piensa, así es su corazón’, Proverbios 23-7. La mente es una fuerza que influye en nuestras vidas. Nuestra manera de pensar va a determinar que tengamos una relación con Dios directa y fluida; o una relación fría y apática, por lo que debemos cambiar nuestra mente para empezar a construir la felicidad. Si ponemos la mente y el alma de acuerdo con el espíritu, se liberará el poder de Dios en nuestra vida, para ello tenemos que estar contentos con nosotros mismos, abrir nuestra mente al Señor, y por fe creer que tenemos Su autoridad y Su gracia.
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